La nominada al Oscar Agnieszka Holland aporta su magistral mirada cinematográfica y su profunda compasión a este retrato de la llamada "frontera verde" entre Bielorrusia y Polonia, donde los refugiados son atraídos por la propaganda gubernamental que promete un paso fácil a la Unión Europea, y de los migrantes, guardias fronterizos y activistas cuyas vidas colisionan allí… Un sector de la derecha polaca enloqueció de furia con esta película en la que se revelan las tácticas siniestras del presidente de Bielorrusia con los refugiados y la espeluznante respuesta de las fuerzas uniformadas de Polonia. La reacción a la película fue tan desmesurada que la directora tuvo que vivir un tiempo con custodias de seguridad. Sin embargo, el film se convirtió un gran éxito de público en su país de origen y en toda Europa. Y ganó el Premio Especial de Jurado en el Festival de Venecia y el premio de la audiencia en el Festival de Chicago, entre 24 prestigiosos galardones recibidos alrededor del mundo…